ASÍ SE HACE

ASÍ SE HACE

Cuenta la Leyenda...

Que la diosa Mayahuel, recibió un rayo que al golpear contra su corazón de agave, limpió la piña, la coció, la fermentó y la destiló. La diosa, madre de los Centzon Totochtin dioses de la embriaguez poseía 400 pechos puntiagudos para alimentarlos. Un día, la diosa empezó a sentirse excitada, en su corazón se formaban unos gusanos que la hicieron sensible. En tal estado, Mayahuel se enamoró del tímido guerrero CHAG. La tranquilidad del guerrero le inquietaba cada vez más, por lo que un buen día le ofreció el más hermoso de sus cuatrocientos senos para que bebiera su elixir maravilloso. Cuando Chag bebió suficiente, además de apagar la sed, el elixir acabó con su inhibición y con lágrimas en los ojos imploró a Mayahuel: “hazme dios… o hazte mujer”. La diosa, conmovida, llevó su mano al corazón, sacó de ahí uno de los gusanos y se lo ofreció. El joven guerrero se sintió como un dios y se amaron intensamente por siete días y siete noches..

JIMA

Los Jimadores son los encargados de separar las pencas del agave, dejando solo la piña que es la que contiene todos los azúcares y sabores adquiridos de la tierra durante mínimo 10 años.

COCCIÓN

En un horno de tierra dejamos durante días las piñas de los agaves que se irán cocinando lentamente y adquiriendo ese característico toque ahumado.

MOLIENDA

En una tahona chilena se muele el agave cocido preparándolo para su fermentación.

FERMENTACIÓN

Esta parte del proceso es fundamental, aquí obtendremos los sabores de nuestra bebida dejando fermentar en agua el agave que fue molido, el tiempo dependerá del clima y del buen ojo de nuestro maestro mezcalero.

DESTILACIÓN

Nuestros mezcales tienen doble destilación en alambique de cobre finalizando de esta manera nuestro proceso 100% artesanal.

JIMA

Los Jimadores son los encargados de separar las pencas del agave, dejando solo la piña que es la que contiene todos los azúcares y sabores adquiridos de la tierra durante mínimo 10 años.

COCCIÓN

En un horno de tierra dejamos durante días las piñas de los agaves que se irán cocinando lentamente y adquiriendo ese característico toque ahumado.

MOLIENDA

En una tahona chilena se muele el agave cocido preparándolo para su fermentación.

FERMENTACIÓN

Esta parte del proceso es fundamental, aquí obtendremos los sabores de nuestra bebida dejando fermentar en agua el agave que fue molido, el tiempo dependerá del clima y del buen ojo de nuestro maestro mezcalero.

DESTILACIÓN

Nuestros mezcales tienen doble destilación en alambique de cobre finalizando de esta manera nuestro proceso 100% artesanal.

¿Quieres una cata?

Contáctanos

i.carbajal@mezcaldestreza.mx

lm.arenas@mezcaldestreza.mx

Scroll al inicio
¡Hola!